El Presidente Javier Milei dificulta su labor y al camino sinuoso que tiene por delante, le agrega obstáculos exhibiendo su accionar como una lucha épica. En términos deportivos gana algunos partidos, pero si quiere la copa de campeón debe tratar mejor a aliados y a opositores y generar un clima con consensos para lograr las necesarias reformas estructurales fundamentales para la continuidad de su programa económico.
Se cumplieron sesenta días de gestión del nuevo gobierno encabezado por Javier Milei. Los miedos a la hora del balotaje, expresados en el artículo: “Argentinos al borde de un ataque de nervios” de octubre de 2023, sobrevuelan nuevamente y se cumple la disyuntiva (el dilema de Orestes) que planteamos en aquella oportunidad.
En el discurso presidencial Javier Milei mostró su visión de Argentina, pasado y futuro. Su aporte al contrato social es importante, plantea a la sociedad austeridad, ejemplaridad y honestidad.
Cerramos una de las semanas más tensas que se recuerde. Terminó con el triunfo de Javier Milei el proceso iniciado en febrero con las nominaciones para las candidaturas en las provincias y que atravesó, a nivel nacional, por tres elecciones en tres meses. Las ideas están claras, la pregunta es si tendrá el apoyo parlamentario para llevarlas adelante. El poder de negociación y el tiempo nos darán la respuesta.
El resultado de las elecciones nos dejó dos candidatos para el balotaje. Ambos preocupan a los votantes y parafraseando la película española dirigida por Pedro Almodóvar en 1988 ha dado origen al título elegido que describe el momento actual.
El ministro de Economía Sergio Tomás Massa salió a “quemar las naves”, en su doble rol de ministro y candidato y al solo efecto de ingresar en un posible balotaje. Tuvo logros políticos importantes al tomar las riendas de este gobierno, que empaña en estos días con su gestión económica.
La economía ya dañada se resintió con la salida de Martín Guzmán y la fallida experiencia de Silvina Batakis. Surgió Sergio Massa con su histrionismo, sumó poder y cargó sobre sus espaldas la pesada mochila que todavía transporta. Hoy la economía está rota.
El triunfo de Javier Milei produjo más incertidumbre que certezas, sumado a la devaluación, a la suba de tasas de interés por parte del BCRA, generaron una semana para olvidar en materia económica. Y un equipo económico corriendo de atrás con medidas para calmar el mercado. (Por José Luis Stella)