¡Argentinos al borde de un ataque de nervios!

El escritor estadounidense Paul Auster tiene un libro “Experimentos con la verdad” en el que reflexiona sobre el acto y el arte de escribir y en él vemos que algunos hechos de la realidad pueden superar la ficción. También revela algunas de esas sobrecogedoras irrupciones del azar, e impresionantes cruces de las líneas del destino.  Ahora el destino, el azar, nos han puesto los pelos de punta y otra vez nos sorprende porque la realidad supera a la ficción.

Tenemos un país excepcional, donde los habitantes suponemos que “porque una vez fue en materia económica uno de los países más desarrollados, tiene que volver a serlo”.  Lo cual es encomiable, aunque en realidad estamos enredados desde el 06 de Septiembre de 1930 “el día más largo del siglo” en una caída permanente.  Por tanto NO es un país en crisis, es un país así.  Y resulta muy difícil salir del círculo vicioso en el que estamos sumergidos.

El resultado de las primarias deja dos lecciones importantes: 1) que tenemos fobia al cambio y 2) que no tenemos en cuenta la Macroeconomía que explica, para quienes la entienden, el desorden económico en el que estamos inmersos. Las personas (votantes) piensan solo en términos microeconómicos.  Ni la inflación, ni el déficit fiscal, ni la emisión monetaria, ni la cuestión de las Leliq fueron determinantes en el voto. El electorado sólo sabe de su situación micro y, en base a ella, toma decisiones. Las cuestiones macro le son lejanas a su economía diaria. No tienen por qué entender de causalidades ni de mecanismos de transmisión en las variables económicas.

Lo más genial de Sergio Massa fue hacernos creer que no es responsable de la gestión de este gobierno y también otro mérito fue interpretar y atender con su “plan ganar” la base microeconómica de sus votantes. El anuncio de la eliminación del Impuesto a las Ganancias para la 4ta categoría, la devolución del IVA en los alimentos, el aumento de la ayuda social (medidas desastrosas para el momento macro) o los anuncios de distintos valores del boleto de colectivos o trenes si ganara la oposición SI fueron cuestiones que el elector las percibió porque hacen a su mundo.

El elector padece la cuestión inflacionaria, la pérdida de su poder adquisitivo pero Massa le dio a entender que siempre tiene y tendrá un alambre o un parche para aliviar el dolor de la situación diaria. Todo el paquete de estímulos es inflacionario y profundiza los desequilibrios macroeconómicos haciéndonos más pobres, sin embargo esos problemas vendrán mañana.

Para este colectivo social las soluciones de mediano y largo plazo que pregonan ajustes en el nivel de vida con la promesa incierta de un largo plazo promisorio NO VENDEN. El pasado fue, el futuro es incierto y lo único que importa es el hoy, es el presente. Y ello donde más se visualiza es en los sectores de bajos ingresos. La capacidad de proyectar un futuro es patrimonio de los sectores satisfechos porque es su nivel de satisfacción una condición de partida que les permite proyectar.

Todos pretendemos una macro saneada pero que ese saneamiento no afecte en el corto plazo la situación particular de cada uno. Puede parecer una contradicción en sí misma pero así funcionan las sociedades. Todo proceso de reordenamiento macro y de precios relativos supone necesariamente explicitar quién asumirá los costos.

La dolarización o el bimonetarismo a la luz del reciente resultado electoral han perdido consistencia y atractivo. La magia de estas palabras ha llegado a su fin. La sociedad acompañará en la segunda vuelta a quien sea creíble y capaz de ofrecer una hoja de ruta que proponga un sendero de crecimiento, y que reparta las cargas y sacrificios en función de las capacidades económicas de los distintos sectores sociales.

Massa está en la recta final de la campaña, y sigue en hiperactividad, su objetivo es que no se le desmadre la precaria calma que pudo conseguir. El desabastecimiento de combustible, que provocó largas colas de particulares en estaciones de servicio en todo el país, generó preocupación tanto entre la población como entre las autoridades gubernamentales. Emitió una advertencia a las empresas petroleras con respecto al abastecimiento de combustibles y las empresas entendieron que no habrá por el momento un salto devaluatorio.  También dialogó con periodistas internacionales (mostrándose como Presidente) y cuando le preguntaron cómo va a revertir el déficit fiscal muy suelto de cuerpo dijo que va a mandar una separata al Congreso para eliminar exenciones fiscales.

Ya hay conjeturas si cambia el Impuesto a los Bienes Personales por la propiedad de inmuebles rurales. Si suben las alícuotas para bienes de Argentinos en el exterior.  Veremos si se atreve a eliminar la exención impositiva en el Impuesto a las Ganancias de los jueces, mutuales y cooperativas y las exenciones al armado de productos en tierra del fuego.

Al pagar dos vencimientos que suman USD 3.400 millones con el FMI, que se sustancia con la ampliación del swap chino, deja al BCRA con menos poder de fuego para intervenir en el mercado cambiario, lo que genera mayor debilidad económica en los próximos meses.

También para bajar la inflación comenzó la negociación multisectorial para prorrogar hasta fin de año los precios justos con aumentos pautados del 5% mensual.

El Gobierno a través de Enarsa avanzó en la apertura de las ofertas de la licitación para las dos primeras etapas de la construcción del Reversal del Gasoducto del Norte, una obra de infraestructura que permitirá abastecer a Córdoba y las provincias del Norte Grande, y así dejar de depender de la importación de gas desde Bolivia. Servirá para poner fin a un ciclo de catorce años de déficit energético.

Por el lado del otro candidato Javier Milei, luego de recibir el apoyo de Patricia Bullrich y de Mauricio Macri, ha moderado su discurso, aunque su campaña parece más deshilachada, en materia económica (que es lo que nos ocupa) llama poderosamente la atención los mensajes difundidos por su principal asesor económico Carlos Rodríguez, quien alerta de que tanto él como Darío Epstein, como Roque Fernández tienen una bozal y prohibida la palabra, solo Diana Mondino y Guillermo Francos están autorizados a hablar por parte del libertario.

Entre las PASO y las primarias se cambió del voto miedo en reemplazo del voto bronca, y ahora hay un tercer paso por las urnas donde muchos argentinos van a decidir el voto en el mismísimo instante del cuarto oscuro.

La división de la oposición ha engendrado una nueva grieta. Por un lado, peronistas y radicales que representan la «vieja política». Por el otro lado, libertarios y macristas representan a la «nueva política». Estas dos vertientes se enfrentarán en la elección más importante desde 1983. Según señala German Fermo en su columna de El Cronista del 30/10/2023.

Y agrega “Si los libertarios quieren todavía tener chance de ganar esta elección, se me ocurre que debieran ir cambiando totalmente el mensaje: Primero, terminar con el delirio de aniquilar el Banco Central. Segundo, terminar con el delirio de dolarizar sin dólares. Tercero, terminar con el delirio de celebrar una hiperinflación para un país que tiene 40% de pobres.  Cuarto, terminar con el delirio de atacar al Papa Francisco para un país que es mayoritariamente católico. Quinto, aflojar con una motosierra que resta votos. Sexto, en las condiciones actuales es imposible a esta economía argentina.”

El 19 de noviembre se llevará a cabo el balotaje entre Sergio Massa y Javier Milei y se definirá quién estará al frente del gobierno nacional durante los próximos 4 años. Esto recién empieza, los candidatos tienen algunos días para mejorar la explicación de sus propuestas, tienen un debate pendiente el 12 de noviembre, artistas, políticos toman posiciones, todavía ambos candidatos tienen posibilidades, el final sigue abierto.

José Luis Stella

Lic. en Economía – Especializado en Macroeconomía