Examen político económico de dos meses de gestión

En la novela: “Sota de bastos, caballo de espadas”, Héctor Tizon, describe, “La epopeya de la guerra gaucha-del éxodo- pero no vista desde arriba, sino desde abajo, desde el punto de vista de quien la sufrió y la hizo”. Relata que personas simples, de carne y hueso pierden todo, oficio, parejas, animales, pertenencias que poseen y parten dejando tierra arrasada sin más que lo puesto, lo que define al éxodo jujeño como un gesto patriótico ciclópeo que difícilmente se repita. Sin embargo, Javier Milei parece exigir de sus funcionarios gestos y acciones patrióticas como si estuviéramos en guerra.  Él cree que lo está. Ha formado, al mejor estilo populista, un enemigo “la casta” y lucha como lo hizo Don Quijote de la Mancha contra los molinos de viento, con realidad de por medio.

La vuelta atrás en el tratamiento de la ley Ómnibus, el castigo a Osvaldo Giordano (Ex- Titular del ANSES) porque la esposa diputada votó en contra de la ley parece desmedido, nos retrotrae a los matrimonios “machistas” de principios del siglo pasado.  Igual suerte corre Flavia Royón (Ex-Secretaría de Minería), porque algún diputado salteño que seguramente ella ni conoce también votó en contra de la Ley aprobada en general.  Javier Milei como nene caprichoso (diría Sigmund Freud producto de una neurosis obsesiva) toma medidas espasmódicas y deja claro que por ahora está lejos de ser el estadista que necesitamos, la palabra negociar está fuera de su mente y de su vocabulario.  Intranquiliza su accionar y lo que dice: “Yo no vine a negociar nada, vine a cambiar la Argentina del fracaso de los últimos 50 años y no vengo a discutirlo con nadie, lo vengo a llevar a cabo. Pero si la política no me deja y la ciudadanía no me acompaña, será un problema de la política y de la ciudadanía”.

Hay varias pulseadas, una lucha de Milei por cambiar a La Argentina, aunque también el país puede cambiar a Milei y hoy la incógnita es quién gana. Según Andrés Malamud no tiene capacidad de gobernar democráticamente. Sin embargo con turbulencias en el congreso, conflictos en la plaza, la democracia está sólida aunque aparezcan fantasmas sobre la gobernabilidad por su estilo confrontativo.

Analizando la caída de la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos la opinión de esta estrategia se divide en extremos, para unos es una movida genial de Milei y para otros es la fábula el zorro y las uvas atribuida a Esopo. No es una buena señal, es un retroceso, un signo de debilidad. En su accionar Milei al redoblar la apuesta se parece más a Néstor Kirchner que a Mauricio Macri. Según Roberto Navarro hasta Cristina Fernández lo elogia. Al presidente no le sobra tiempo para consolidarse y para los ansiosos de ver aunque sea a lo lejos que el oasis existe, estas acciones (retirar de tratamiento de la Ley) nublan la vista y no ayudan.

En materia económica Papá Noel con la bolsa vacía y las cuentas más en rojo que su traje, nos dejó el árbol seco y un regalo que es el ajuste para intentar recuperar el equilibrio fiscal, una inflación reprimida que aflora golpeando fuerte nuestros bolsillos, una deuda gigantesca. Avanzamos desde el noveno subsuelo, ahora estamos en el cuarto. La compra de casi 7.000 millones de dólares por parte del BCRA, el equilibrio fiscal de enero, son importantes logros, es crucial mantenerlos. ¿Se podrá? parece que hay determinación.  No es para cantar victoria, seguimos en el subsuelo.

Si analizamos datos y estadísticas se progresa en el acuerdo con el FMI, donde el gobierno se compromete a lograr un superávit fiscal primario del 2%. Esto implica un ajuste del 5 % porque traía 3% de déficit. Lo positivo es, por un lado NO TOMAR MÁS DEUDA y por otro despejar en el corto plazo los vencimientos más acuciantes.

La inflación de diciembre, en línea con lo que se esperaba, al soltar las cadenas que maniataron los precios, fue de 25,5%. Dos aspectos importantes: con una devaluación del 140% (el paso del dólar oficial de $ 350 a $ 800) podría haber sido más alta y no da la sensación de entrar en una situación incontrolable.  Cabe esperar de aquí en más, que baje aunque no sabemos a qué velocidad y donde se estabilizará.

El ejecutivo tiene la difícil tarea, según su propia política, de explicar que luego de que los salarios reales cayeron durante diez años, decirle a la gente que una caída más, otra vez, es parte de la solución. La oposición ya logró agitar las aguas por el decretazo de desregulación económica y medio país queda descolocado.

Hay cuatro materias que el Presidente tiene vedadas establecidas en la reforma constitucional del 94 para emitir un DNU (Decreto de necesidad y urgencia): penal, tributaria, electoral y de régimen de los partidos políticos. El DNU Bases para la reconstrucción de la economía, en formato pdf tiene 83 páginas, en las primeras 10 y media están los considerandos redactados por Federico Sturzaneger que adoptó el Presidente Milei y con las correcciones de Rodolfo Carlos Barra. Se ve claramente la pluma de uno y otro. Y luego a partir de la página 11 hasta el final contempla el decreto que es de dificultoso análisis porque hay que leerlo con un digesto legislativo al lado. Federico Sturzeneger vendió su trabajo y de las cien personas que lo acompañaron durante un año para redactarlo.

En los considerandos se menciona que “se debe reconstruir la economía a través de la inmediata eliminación de barreras y restricciones estatales que impiden su normal desarrollo”, claramente se muestra el espíritu de liberar energías y pretende que todos trabajemos. Se mencionan los 18/24 meses de rezago de la política monetaria, para advertir que por dos años aunque se hiciera el esfuerzo (que se está haciendo) de no emitir más, seguiremos con inflación. “Que el comúnmente conocido cepo cambiario, otra herencia nefasta de la administración anterior, no solo constituye una pesadilla social y productiva, porque implica altas tasas de interés, bajo nivel de actividad, escaso nivel de empleo formal y salarios reales miserables que impulsan el aumento de pobres e indigentes, sino que produjo un sobrante de dinero en la economía que hoy es el doble de lo que se registraba en los momentos previos a la implementación del plan impulsado por el ministro Celestino Rodrigo, conocido como el “Rodrigazo”. La deuda contraída por la administración de AF fue de 112.000 millones de dólares que se agregan a los 420.000 ya existentes y a lo que hay que sumar 90.000 de deuda en pesos ($) y 25.000 de deuda a organismos multilaterales de créditos. Sentencia: “La economía no crece desde 2011”.

Habla también de las rutas argentinas, de la industria farmacéutica, de la yerba mate, del azúcar, del observatorio de los precios, de los sueldos, de la política aeronáutica, tarjetas de créditos, contratos de alquiler.  El logro más palpable tiene que ver con DEROGAR LA LEY DE ALQUILERES, que era una “ley probadamente inútil”, días pasados el título del Financial Times era elocuente: “Viviendas vacías e inquilinos sin hogar por la crisis del peso en Argentina”. Toca muchas heridas, lo hace de frente eliminando la burocracia detrás de los controles de precios, y también disminuye costos para las empresas que tenían que proveer información permanentemente a la Secretaría de Comercio. Se ve un claro fomento a la competencia.

En la pulseada por la gobernabilidad, los gobernadores quieren más recursos pero no apoyan la suba de impuestos o retenciones ni siquiera provisoriamente, recordando que SI apoyaron la eliminación de ganancias para trabajadores que es lo que ahora hace que al bote le entre agua por todos lados. La pelea cada vez más profunda entre el Gobierno y los gobernadores es por dinero, aunque en política, todo se mezcla.

Según Pablo Gerchunoff Javier Milei es plebeyo, no es elitista, confía en el pueblo, y tiene personalismo.  Hay una diferencia con Macri quien es un personaje del círculo rojo. Captura el espíritu en Argentina que tiene bronca. Sigue el pensamiento de Hayek que llama siempre a la reflexión. Hay un grito de libertad, que surgió con la pandemia, y lo funde, o lo amalgama con la economía. El anarquismo es un movimiento rebelde. Opositores y gremios de la CGT hacen fila para anunciar que se oponen en el Parlamento y ya lanzaron el primer paro nacional.

Todavía no hay un plan integral de estabilización. En el corto plazo tenemos un PLAN DE ORDEN con cuatro aristas: ajuste fiscal (no gastar más de lo que ingresa), financiamiento para resolver el tema Leliq, resolver problema de precios relativos, recomponer reservas. Expresado con tres palabras simples:  NO HAY PLATA.  Es duro en materia monetaria y en materia fiscal, tiene alto costo en sus efectos distributivos. La pulseada comenzó, el triunfo tiene final abierto.

Es servicio esencial la educación, por tanto los reclamos deben realizarse con los chicos en las aulas, en el mismo sentido se reconoce como causa de despido la participación en bloqueo o toma de un establecimiento, con intimidación y amenaza. Esto es teórico. En la práctica no sabemos si comienzan las clases. La fluidez es total.

Estamos transitando con muchas dificultades. El gobierno propone un ajuste del 5% del PBI y NO hay consenso entre los políticos y los gobernadores. EL FRACASO DE LA LEY Ómnibus y las acusaciones del presidente a ciertos gobernadores y sus diputados ilusiona a algunos políticos, a Cristina Fernández que ordenó demorar la formación de la bicameral para tratar el DNU que modifica cerca de 300 leyes y en el Senado el interbloque que conduce José Mayans tiene 33 senadores. A estos números hay que sumarle que, por caso, la rionegrina Mónica Silva ya avisó que votará en contra del decreto «con las dos manos» con lo que están a tres bancas de reunir los votos para rechazar el mega DNU.  Mientras que Mauricio Macri según Claudio Jacquelin “no sabe si va a ser el liquidador de la compañía o el relanzador de la marca”, aunque todos esperan que con la vuelta del Presidente de su gira por Israel, Italia y el Vaticano, pueda formalizarse algún acuerdo.

La ley que regula los trámites de decretos de necesidad y urgencia que tiene como autora a la expresidenta Cristina Kirchner, plantea que el texto debe ser rechazado por ambos cuerpos. Los radicales, en cambio, son más cautos y alertan que, luego del revés con la ley ómnibus, voltear el DNU a La Libertad Avanza sería una excusa más que tendría el oficialismo para «victimizarse».

La Ley Ómnibus, encaminaba la gobernabilidad en el mediano plazo, que al ser retirada del recinto de Diputados y volver a comisión hizo caer bonos, acciones, luego de que subieran en los primeros días de mandato ya que el mercado había dicho presente, con la caída de la brecha cambiaria, la recuperación de reservas y la mejora en acciones y bonos, una familia a la que sumaron las «letras del Cielo» como se le llama al Bopreal para todo uso, como parte del blend motosierra-licuadora que avanza a paso veloz.

«Si algo puede salir mal, saldrá mal», dice una de las leyes de Murphy, y aquí también se cumplió. Miguel Boggiano lo explica diciendo que Milei hace lo que dice y cumple sus promesas. El problema de una apuesta «a todo o nada», es que si «todo pasa», nada queda. Nunca vimos en democracia un sistema político tan estresado como lo ha puesto Milei en solo 60 días.

De cara a futuro cabe esperar que el gobierno extienda vencimientos con sus deudas,  retome la emisión de bonos a tasa fija, que al bajar la inflación la tasa de interés vuelva a ser positiva, aumentos en precios de energía con mejora en focalización y eficiencia del apoyo social, eliminación del esquema de divisas para exportación existente (80-20) mientras deshace cualquier tipo de cambio múltiple y restricciones cambiarias para llegar a fin de año con la presentación al Congreso del proyecto de Presupuesto para 2025, coherente con el equilibrio general. “La Ley se cae, el plan se profundiza”, señalan Julia Strada y Hernán Lechter.

Una preocupación que en 2024 mientras se destruyen ineficiencias burocráticas del estado y se aumenta el desempleo, hay paralelamente que realizar una construcción basada en bajarles las energías, los miedos a los empresarios para que inviertan y eso posibilite la contratación de personal y se compensen los desempleos producidos por el ajuste. La primera parte está en camino, la segunda por el estilo presidencial no está funcionando, hay un problema de sincronización que debe corregirse.

Ahondando la recesión, todavía hay dudas entre el diagnóstico económico de Milei y su capacidad de ejecución. Como afirma Juan Manuel Compte por el historial del país, los agentes económicos quieren algo más que ver para creer: necesitan constatar que Milei supera el desafío bíblico de ser profeta en su propia tierra, donde -por ahora- parecen seguir imponiéndose los intereses de la casta.

José Luis Stella

Licenciado en Economía.