Sergio Massa y el juego de los siete errores

Sergio Massa y el juego de los siete errores

El ministro de Economía Sergio Tomás Massa salió a “quemar las naves”, en su doble rol de ministro y candidato y al solo efecto de ingresar en un posible balotaje. Tuvo logros políticos importantes al tomar las riendas de este gobierno, que empaña en estos días con su gestión económica.

miércoles, 11 de octubre de 2023

Antepone su interés personal al de millones de argentinos que observamos estupefactos sus decisiones y sufriremos dócilmente sus efectos. Exhibe hiperactividad con presentaciones, decretos incluso leyes, corta cintas y luego de una catarata de anuncios donde tal vez, los principales errores son la contradicción entre algunas medidas, la improvisación y las dificultades para implementarlas que exceden al presente artículo.

 

Error 1. Presupuesto 2024: El viernes 15 de septiembre se presentó el proyecto de presupuesto 2024 con “números mágicos”: inflación prevista de 70%, dólar oficial a $600, déficit de 0,9% del PBI, con una estimación de crecimiento del 2,7% del PBI.  Cifras de imposible cumplimiento. Alejandro Bercovich en su columna de BAE Negocios dice “Massa se siente a sus anchas confrontando con Milei, al punto que cedió a su pedido de postergar el debate parlamentario del Presupuesto y simplemente copió y pegó las metas comprometidas ante el Fondo Monetario en un proyecto llamado a convertirse pronto en letra mojada. El Fondo lo sabe y tampoco pataleó demasiado, aunque sí transmitió su malestar por el costo fiscal de las medidas compensatorias de la devaluación que anunció el ministro-candidato. Será un problema si hay ballotage, porque la próxima revisión es justo en noviembre, pero en Economía esperan llegar vivos a ese momento para encararlo recién entonces.”

 

Error 2.  Salto devaluatorio: En su primer discurso (Agosto 2022) como ministro, Massa descartó que el gobierno convalide un salto discreto del tipo de cambio y dijo:  “Los shocks devaluatorios lo único que producen es pobreza y una enorme transferencia de recursos”.

 

No cumplió con su promesa y el día posterior a las PASO, gestó el salto devaluatorio del tipo de cambio oficial, en una situación de debilidad política por el resultado de la elección y por la gestión de su gobierno, sin tomar medidas complementarias, sin comunicar, sin anclas y sin un plan de estabilización de por medio.  En la mañana del 14 de agosto Miguel Pesce en soledad (solo conversó con Leonardo Macdur) tomó la decisión a pedido del Ministro y el dólar oficial toma un valor de $350 por dólar.

 

Cuando en enero de 2014 Juan Carlos Fabrega devaluó, el traslado completo a precios (pass through) llevó ocho meses. En esta oportunidad FUE CASI INSTANTÁNEO. Y luego del fatal error, para el ministro la culpa es del FMI, que seguramente pidió la devaluación. Sin embargo, fiel a sus palabras podría haberla omitido.

 

Error 3. Consecuencias de la suba del mínimo imponible de ganancia: la suba del 152% del mínimo no imponible del tributo, llevándolo de $ 700.875 a $ 1.770.000 brutos y eximiendo del pago a aproximadamente unos 800.000 asalariados formales de los sectores de más altos ingresos de la población, con una baja de la recaudación cercana al billón de pesos.

 

Cuando Mauricio Macri, tras su derrota en las PASO, aumentó 20% el mínimo no imponible de ganancias y redujo a la mitad la alícuota del IVA sobre algunos alimentos, ante la pérdida de recursos prevista, aquella vez la provincia de Entre Ríos, gobernada por Gustavo Bordet, presentó una medida cautelar ante la Corte Suprema de Justicia para impedir que el Ejecutivo disminuyera la masa de coparticipación. A esa demanda se sumaron 14 provincias.

 

En los países desarrollados el sistema tributario EQUITATIVO está fundamentado en el impuesto que llamamos GANANCIAS.  El impuesto tiene un NOMBRE EQUIVOCADO porque es un impuesto a la retribución de los factores de la producción: la renta de la tierra (primera categoría), el interés del capital (segunda), la ganancia empresarial (tercera) y salarios del trabajo (cuarta).   La Ganancia “pura” pertenece a la tercera categoría, por ende etimológicamente NO SON GANANCIAS ni la renta, ni los intereses ni los salarios, que también están gravados.

 

Si bien es loable la baja de impuestos, y está muy bien subir el mínimo no imponible, el error se genera a partir de que NO ha mostrado UNA BAJA DE GASTOS equiparable a la pérdida de recaudación, para no aumentar el déficit fiscal.

Error 4. Compre sin IVA:  Mediante este mecanismo, se prevé la devolución de hasta un 21% del monto de las compras, con un tope equivalente al 21% del valor de la Canasta Básica Alimentaria (130.590 para una familia tipo en Agosto), por tanto equivale a una devolución de $ 27.423 por beneficiario para compras con tarjetas de débito y cuenta DNI en alimentos, carnes, frutas, verduras, lácteos y productos de higiene personal.

 

Mientras se trata la ley en el Congreso por Resolución 1373/2023 del Ministerio de Economía y la Resolución General 5418/2023 de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), publicadas en el Boletín Oficial desde el lunes 18 de Septiembre, rige la devolución del dinero correspondiente al impuesto al valor agregado que tendrá un techo mensual de $18.800 hasta que se apruebe la ley.  Jubilados y pensionados, beneficiarios de la AUH, monotributistas puros, empleados en relación de dependencia con ingresos menores a seis salarios mínimos, trabajadores del régimen personal de casas particulares se encuentran entre los beneficiarios.

 

Acá se muestra la imposibilidad de implementar el anuncio correctamente.  Es difícil, no imposible distinguir en la factura de una verdulería cuales verduras están en la CBA y cuáles no, igualmente en un supermercado separar qué productos están gravados al 21%, al 10,5% o cuáles son exentos, por ende ante tantos obstáculos que demoraría la correcta implementación se decidió abiertamente entregar el importe que surja de aplicar el 21% del importe pagado QUE NO ES EL IVA INCLUIDO EN LOS BIENES QUE SE COMPRAN.  Es una entrega de dinero similar al IFE que se entregó en la pandemia, llamado de otra manera. Otra vez, el error es que ante el apuro, la improvisación no se sabe ¿cómo se financia esta medida?.

 

Error 5. Congelar el tipo de cambio oficial: es otra irresponsabilidad, ya que con la dinámica inflacionaria de la cual es el responsable, sólo generará una mayor brecha entre los distintos dólares creados (encima inventa dólares nuevos) que alentará más expectativa inflacionaria, agudiza las distorsiones y cabe esperar mayor desigualdad y pobreza a futuro.

 

Error 6. Inflación: La inflación está desbocada, los precios mayoristas aumentaron en agosto 18,7% y la inflación de CABA en septiembre fue de 12% lo que presagia una inflación de precios al consumidor nacional alta para septiembre. ¿Cómo explica el ministro que en el 2024 la inflación baje al 70% según su presupuesto, si las medidas que tomó luego de las elecciones son expansivas y la inflación rueda en los dos dígitos?.  Luego del salto devaluatorio vivimos en una escala de inflación más alta. Toda responsabilidad del ministro que no la combatió desde su asunción y creó relatos con múltiples culpables: gobierno anterior, empresarios inescrupulosos, la guerra entre Rusia y Ucrania y la pandemia.

 

Error 7. Precios relativos: Con exceso de regulaciones, pisado de precios, ha generado lo que los economistas llamamos distorsión de precios relativos, lo que le transfiere al próximo gobierno una dificultad adicional para bajar la inflación.  Esta distorsión la vemos cuando comparamos que dos pares de zapatillas salen más caras que el valor del alquiler mensual de un departamento de dos ambientes, o que el precio del colectivo cuesta la cuarta parte de un café y así tendríamos innumerables ejemplos.  Nafta, medicina prepaga, gas, luz, educación, comunicación, dólar oficial, transporte pierden “la carrera” al estar controlados, contra otros bienes. Y en las últimas medidas el ministro ha exacerbado esta distorsión con sueldos, jubilaciones e ingresos de la gente que pierden contra la inflación.

 

Conclusiones: Anecdóticos son los sorteos de autos, electrodomésticos, el suplemento del bono para afiliados al Pami, la nueva medición de la inflación semanal por parte de su Ministerio, bono para trabajadores informales, que seguramente se alejan de lo pactado con el FMI y de lo que requiere la macroeconomía, en cuanto a déficit fiscal, emisión monetaria, acumulación de reservas. Dice Esteban Domecq: «El Gobierno está tomando un riesgo acá en un instinto de supervivencia, digamos política. Es un intento de tratar de rascar algún voto más sobre la hora, pero es un acto de irresponsabilidad muy grande en términos de política macroeconómica».

 

La consultora LCG en un informe consideró que “en total, y calculadas post PASO el Gobierno avanzó en políticas expansivas por un total de 1,2% del PBI”. Está explicado por “0,42 puntos por el paquete inicial anunciado el domingo siguiente a las elecciones que incluía principalmente bonos compensadores a asalariados formales públicos y privados y jubilados y pensionados de la mínima; 0,52 puntos por la suba de 152% de Ganancias y 0,25 puntos por la devolución de IVA a un amplio universo de beneficiarios”.

 

Hay que contemplar “los tiempos” y la disponibilidad de fondos, no está mal repartir lo que está en caja.  Muy discutible es repartir lo que no se tiene, qué es lo que hace Massa.

 

Estamos en “lógica de campaña” y el ministro agrega leña al fuego. Por su parte Javier Milei diciendo que “cuánto más alto esté el dólar más fácil dolarizar” y “que el peso es excremento” al ser consultado por la renovación de los ahorristas por sus plazos fijos, expone opiniones infantiles, cuando puede ser Presidente y tampoco ayuda. Tenemos reservas netas negativas, alto desequilibrio fiscal, sin acceso al mercado voluntario para financiarlo, con distorsiones de precios relativos, alta inflación, pobreza y deudas en divisas por doquier que son la pesada herencia que el populismo le dejará a la nueva administración.  Si bien Massa le dio a este gobierno gobernabilidad, no presentó un plan económico coherente.

 

Como expresa Miguel Kiguel en el Cronista: “Aunque el tipo de cambio no será el único precio relativo que habrá que corregir. El campo minado se viene extendiendo a las tarifas a las que se les está poniendo un fuerte freno en estos meses, a la medicina prepaga, a los combustibles y a cuanto precio el gobierno puede regular. Se está creando el terreno para un RODRIGACITO, que no se espera que genere una explosión del tamaño de 1975, pero igual habrá que protegerse de las esquirlas”.

 

No aceptó la invitación del Coloquio de IDEA y nos perdimos las explicaciones y respuestas del Ministro a preguntas de los empresarios sobre este desaguisado.

 

Para atacar todos los problemas en simultáneo, manteniendo un mínimo de estabilidad se requiere un programa económico integral con fuerte apoyo político para romper esa telaraña, se puede cometer el error de cortar un cable equivocado por ende deseamos que a futuro el Ministerio de Economía sea gestionado por profesionales menos irresponsables.

 

José Luis Stella

Licenciado en Economía

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